Cajonera cerámica existe hace diez años, pero circulando en ciudades del sur de Argentina y por manos extranjeras, con un perfil bajo que hace honor a su espíritu. Eugenia Bracony, su creadora, cuenta que en algún momento intentó tomar pedidos y producir en serie, pero que el stress que le provocó fue en contra de lo que para ella significaba esta búsqueda.
“Quien trabaja con cerámica sabe que, una vez que los objetos pasan por el horno, son irreversibles. Me tomo eso con mucha responsabilidad, y me propongo que cada objeto sea precioso”, dice la ceramista, que estudió Bellas Artes en la provincia de Santa Fe y cerámica en la escuela de Avellaneda.
“Lo que pienso cuando trabajo es que vivimos en un mundo que desecha todo lo que consume. Quiero que los objetos de Cajonera enamoren, que formen parte de lo que sos. Que valga la pena que cada pieza salga del horno”.
Su producción es acotada, cada objeto es decorado a mano, y por lo tanto único (hay piezas desde $200).
Se consiguen a pedido a través de su perfil de Fbk o por mail (lacajoneraobjetos arroba gmail punto com).
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Fbk/Cajonera cerámica
2 responses to “Detrás del preciosismo”
aparte de ser una gran ceramista es una gran maestra de ceràmica!!
Gracias por el aporte Carolina! 🙂