Una tarde en el Parque de la Ciudad y en la Torre espacial

Como nací en la zona sur de Gran Buenos Aires, ir al Parque de la Ciudad no formó parte de mi universo infantil. Pero como tengo memoria de otros centros de diversiones ochenteros que traían juegos mecanizados como la gran novedad de la época (Shopping Sur!), con estas postales de juegos conquistados por el pasto y un poco de imaginación puedo ver algo de lo que habrá sido este lugar.

Construido en 1982, fue cerrado por la gestión Ibarra en 2003 y reabierto por Telerman en 2007. Leo que a principios de 2008 14 de las atracciones estaban operativas y que se iban a seguir restaurando otras seis, pero que con la asunción de la administración Macri se volvieron a cerrar. La razón en papel fue el peligro que representaban estas estructuras antiguas, aunque suena más real que haya sido una decisión basada en prioridades o preferencias presupuestarias.

Hoy el parque está abierto como espacio verde, pero recientemente incorporó una atracción: la rehabilitación del observatorio de la Torre espacial. De 200 metros de altura total, y 176 metros de altura accesible, es el observatorio más alto de Latinoamérica. Según informa un folleto del gobierno, se llevaron a cabo diferentes trabajos de mantenimiento y refacción en la cobertura exterior, paneles de vidrio, ascensores y generación eléctrica desde 2010.

La ubicación retirada del parque en Villa Soldati y la visibilidad de 80 kilómetros permite apreciar ese conglomerado de cemento compacto y caprichoso que es Buenos Aires y sus alrededores. Y también apreciar todo el verde que hay en esta parte de la ciudad, por mi parte desconocido y desatendido.

La torre está abierta sólo fines de semana y feriados, de 10:30 a 18:30 (el último ascenso es un rato antes del cierre, y sale $40 más la entrada de $5 al parque).

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Parque de la Ciudad