Arquitectura dramática


Vista de la cúpula del Palacio Barolo desde Avenida de Mayo. Foto
Fotos ©BA Inspiration

Aún rodando en el torbellino de dólares, inflación, e histeria política veraniega que ha caracterizado a este verano, existen lugares de Buenos Aires que parecen refugios de un optimismo desmedido: reflejos de aspiraciones algo ingenuas de tiempos de exuberancia económica e intelectual.

Uno de ellos es el Palacio Barolo: “una maqueta ilustrada del cosmos” -como lo describe el arquitecto Carlos Hilger– que traduce en piedra la mitología religiosa del infierno, el purgatorio y el cielo, tomando como fuente de referencias y códigos a La Divina Comedia de Dante Alighieri.

La planta baja representa al infierno, los pisos del 1 al 14 al purgatorio, y los del 15 al 21 al paraíso, elevándose como una ascensión a la Cruz del Sur: la entrada a los cielos, que sería posible ver alineada con su eje durante los primeros días de junio.

En el fascinante ensayo de Hilger se puede entender mejor tanto el trasfondo místico que precede a la obra del Dante como el contexto cultural que conecta al arquitecto italiano Mario Palanti con la estética y la simbología gótica, y algunos valores que compartían ambos por pertenecer a la logia medieval ‘Fede Santa’.

De hecho, Hilger disecta el “narcisismo tan inquebrantable como exclusivo” del Barolo con una obsesión similar a la de las intenciones de Palanti, demostrando que el nivel de detalle con el que se puede analizar su simbología y numerología es casi agotador.

Pero la impresión que me llevé al visitarlo va más allá de la contextualización teórica, porque si fuera sólo eso, la obra no funcionaría. Lo que despabila es el dramatismo que puede expresar una construcción y cómo ésta puede disolver todo escepticismo sobre la vida edificada. Más aún si se llega al ‘cielo’ y se ve a la Plaza Congreso bajo un rayo de sol colándose entre las nubes.

Especialmente en esta época del año, en la que las escapadas a escenarios naturales suelen despertar fantasías de vidas alternativas, una visita al Barolo es una buena dosis de orgullo urbanístico para volver a afrontar la vida en la ciudad.

Hay guiadas los lunes, miércoles, jueves y sábados en diferentes horarios, con un costo que arranca en $75 para residentes. Más info en PalacioBaroloTours.com.ar.

Links
Palacio Barolo
Tours al Palacio Barolo
Monumento al genio latino (Texto de Carlos Hilger)
Denon, Dante y la tradición Hermética


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