La segunda semana de noviembre se llevó a cabo la primera edición de Junta Feria, una especie de extensión independiente del Barrio Joven de arteBA que agrupó a 15 espacios de arte de Buenos Aires, Mendoza, Rosario, Tucumán, Sao Paulo y Quito.
Si uno ha girado por eventos de arte “emergente” y galerías “jóvenes” por un tiempo, es posible que uno esté un poco cansado de esos términos y de la liviandad con la que se usan. Pero más que una continuación de eso, el evento pareció una evolución: el hecho de que los espacios dejaran egos de lado y se coordinaran para generar un punto de difusión con más fuerza ya fue alentador, pero además en el evento se notó un clima de camaradería, más cooperación que pedantería.
La actitud no fue ni competir con lo institucional ni rebelarse contra lo establecido, sino más bien abrir vías. Se manejaron precios amables (desde 100 en adelante, con varias obras interesantes promediando los 500-700 pesos), hubo galeristas atentos, y sumó la zona sur de la ciudad y el espacio ameno de Meridión con su comida en el patio-jardín del fondo.
El evento pareció el brote de una instancia intermedia en la cadena de producción y adquisición de arte que parece interesante ver cómo se desarrolla. Cabe esperar que el deseo de hacerlo accesible no descuide la curaduría, y que de feria no pase a ‘supermercado’, como sucedió con iniciativas que empezaron nobles y se convirtieron en Puro Diseño.
Alvaro Cifuentes, uno de los organizadores y director de Big Sur, asegura que no van en esa dirección: “La feria quiere mantener la escala humana, no queremos transformarla en un megaevento -dice-. Sí organizar cuestiones logísticas, de difusión y de cierta infraestructura. Pero la base está y estamos muy satisfechos”.
Para las próximas ediciones esperan sumar espacio para grupos y galerías con convocatoria abierta y girar por otras ciudades. Pueden seguir las novedades en su página y/o perfil social.
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Junta Feria