Cada domingo en los alrededores de la Plaza de Mayo (Av. Pres. J. A. Roca al 500) varios micro-emprendedores arman stands en una Feria de Consumo Responsable, inicialmente convocada por el gobierno de la ciudad pero hoy autogestionada por los participantes.
El espectro es bastante amplio y por momentos desparejo, pero se pueden encontrar proyectos conocidos y destacables como Baumm (veteranos del reciclaje de materiales en bolsos, hoy dedicándose a las mochilas con telas de parapente) y Reciclando Aceite (jabones de aceite reciclado). También algunos más jóvenes, entre los cuales me atrajo Microscopio: un híbrido de experimentación botánica que -con sus particularidades y diferencias- hermano con el espíritu de espacios como Paraná, Herbario y Vivero de Reunión. Justamente, el espíritu de la indagación, de la prueba, de la extensión de los formatos conocidos que rodean a las plantas.
Microscopio es un proyecto de Alejandro Nemi, que estudió imagen y sonido y se dedicó a la edición audiovisual hasta que decidió hacer un cambio de vida para dedicarse a sus otras pasiones: la carpintería y la jardinería. Experimentó con pallets reciclados y jardines verticales, y más tarde con suculentas en tamaños extra-small usando como contenedores juguetes, cápsulas de café y todo tipo de elementos recuperados.
“Las suculentas son muy generosas. Piden muy poco y devuelven mucho”
Si bien el de las suculentas en tamaños pequeños es un camino transitado, llaman la atención principalmente las plantas emparentadas a juguetes y a pequeños objetos animados, como si las personas ya no estuviéramos y las plantas hubieran trepado a lo que nos pertenecía.
“Las suculentas son muy generosas, uno puede cultivarlas muy fácilmente y ellas están siempre agradecidas. Piden muy poco y devuelven mucho”, cuenta Nemi. Comenzó a coleccionarlas en 2009 cuando una amiga le regaló un hijito, y de ahí fue sumando variedades, aprendiendo. “No sólo son únicas y variadas en sus colores, texturas, formas y tamaños, también son geniales en sus capacidades de adaptarse. Si tienen poca agua, utilizan sus reservas para sobrevivir. Si tienen poco sol, se estiran para buscar más, o cambian de color. Si tienen mucho sol, explotan de color o se llenan de pelos para protegerse. Y si tienen poco espacio, frenan su crecimiento. Cuando descubrí eso quise llevarlo al extremo, a ver cuánto resistían, y descubrí que pueden crecer hasta en una tapita de botella, con mínimos cuidados”, dice.
¿Qué hay detrás de la renovada fascinación con las plantas? Nemi reflexiona: “Trabajar con plantas es una forma muy sana de aprender que todos estamos conectados con todos. No necesariamente hay que hablarles como hacían nuestras abuelas, pero sí entender que la conexión está ahí y que reciben nuestra energía y nosotros la suya”, dice.
“Trabajar con plantas es una forma muy sana de aprender que todos estamos conectados con todos”
Entre los planes de Microscopio están la suma de nuevos contenedores experimentales y la apertura de un showroom en Victoria (zona norte del Gran Buenos Aires).
Mientras tanto, está presente todas las semanas en la Feria de consumo responsable (domingos de 11 a 18 en Av. Pres. J. A. Roca al 500). Abajo, algunas imágenes del stand.
5 responses to “De mini suculentas y objetos animados”
Esas microscopias son increibles! Lo que dice Nemi es muy interesante, estamos conectados sin duda.
🙂
me copa pau!!!! tengo una amiga que participa de la feria desde prácticamente que nació y todavía le debo la visita….m e diste más ganas con este post 😀 shhhh que no me lea jajajajaj!
Jaja sí yo también me tomé mi tiempo en ir, pero es buen plan dominguero! Además después caminar por Florida sin el trajín de la semana es muy genial 🙂
El señor nemi nos sorprende con su aguda reflexion sobre la madre naturaleza. Y nosotros agradecemos esto dando mas valor a nuestraa plantas. Gracias nemi