Fotos: Cortesía Fernando de la Orden. Crédito de los fotógrafos en la imagen.
Llegué un poco tarde a Bicis, el libro, pero me pareció interesante destacarlo una vez más en el marco del furioso resurgimiento del tema de las bicicletas en Buenos Aires. ¿Fue por la inauguración de las ciclovías a principios de año? ¿por lo popular que se volvió Masa crítica en la ciudad? ¿porque finalmente desembarcó la corriente que viene estableciendo a las bicicletas como un ítem de culto en todo el mundo?
Supongo que por todas esas razones juntas, pero el hecho es que la bicicleta está convirtiéndose en un tema recurrente en círculos de amigos, medios y redes sociales. Algunos bike-snobs se lamentarán por ver su pequeño mundo invadido por newcomers, pero en general hay que dar la bienvenida a esto: mientras más personas haya en la calle usando este vehículo, mejor va a ser la infraestructura para los que andamos.
Si viven en un tarro como yo y recién se enteran de esto, si lo conocían pero no leyeron las miles de notas que salieron al respecto, o si son curiosos por saber qué bici maneja el autor del libro, acá les dejo una conversación con el fotógrafo Fernando de la Orden y algunas imágenes del interior.
BAINSPIRATION (BAI): ¿Cómo surgió la idea de este libro y cómo lo describirías?
Fernando de la Orden (FDLO): La idea de hacer un libro de fotos de bicicletas surgió de la conjugación del amor que tengo por la fotografía y por este vehículo. Soy fotógrafo desde hace más de quince años, y editando material viejo me di cuenta de que tenía imágenes de bicicletas que me gustaban mucho, pero que eran pocas para armar una serie. Pasó un tiempo y con la popularización de los Fotologs, grupos de Flickr y demás espacios para mostrar fotografías en la web, encontré un buen medio para compartir mi material con otros fotógrafos y viceversa. Fue en este momento cuando me encontré con la foto de Eva Cabrera que finalmente se convirtió en la tapa del libro: apenas la vi, pensé en que la clave para hacer una buena recopilación de fotos de bicicletas era volverla un proyecto colectivo.
Empecé a pedir a mis contactos que me enviasen fotos de bicis y que, a su vez, hicieran extensivo el pedido a los suyos. Así llegué a compilar alrededor de 500 fotos, de las que elegí finalmente 66 de 33 autores diferentes. Lo describiría simplemente como un libro de fotos de bicicletas hecho con mucho amor, y creo que esa simpleza lo hace muy entretenido.
BAI: ¿Qué se pueden encontrar las personas dentro del mismo?
FDLO: La premisa a la hora de editarlo fue el mostrar fotos lindas de este vehículo. Sin embargo, por suerte y sin buscarlo, eso dio como resultado que quedara abarcada en el mismo una gran parte del abanico que ofrece el mundo de las dos ruedas: la bici y la ciudad, la bici y los viajes, la bici y la aventura, la bici y las carreras, la bici y el romance. Hay fotografías de artistas argentinos y del exterior amateurs y profesionales, y textos de Raquel Garzón y Julián Gorodischer, en español e inglés.
BAI: La cultura ‘biker’ está creciendo bastante en Buenos Aires, ¿qué respuesta tuviste a esta idea y al libro concluido?
FDLO: La convocatoria pre-libro la hice sobre todo a fotógrafos, pero con el libro publicado estoy empezando a encontrar una buena respuesta en los devotos de la cultura ‘biker’. ¡Me encanta y me sumo a ellos! Por ejemplo, a raíz del libro descubrí la movida de Masa crítica, el grupo de gente que se encuentra a pedalear los primeros domingos de cada mes bajo el lema ‘Andá en bici todos los días, celebralo una vez al mes’.
BAI: ¿Cómo ves esta evolución de la bici en la ciudad?
FDLO: Todavía falta mucho, lo que es una pena, ya que Buenos Aires es una ciudad moderna, cuadriculada y sobre todo plana, lo que la hace ideal para andar en bici de punta a punta (N de la r: Mismo tema que destacaba David Byrne en sus remarks sobre la ciudad en Diarios de bicicleta). Estoy totalmente a favor de las bicisendas protegidas que se están construyendo, pero todavía no están bien conectadas ni bien comunicadas al público, y, lo que es peor, todavía no son respetadas. Haría falta una campaña seria sobre el tema.
BAI: Obviamente andás en bici, ¿qué modelo usás y cuáles son tus lugares favoritos de la ciudad para andar?
FDLO: Sí claro. Crecí en el gran Buenos Aires, así que la bicicleta significa mucho para las personas de mi generación. Fue el medio de transporte por excelencia de mi adolescencia, mi compañera inseparable para ir a la escuela, a jugar a la pelota, a la casa de mi primera novia, a mi primer trabajo. Con el paso del tiempo la fui dejando un poco de lado hasta que me reencontré con ella, en lo que el libro tuvo mucho que ver, y desde entonces estamos recordando juntos buenos viejos tiempos.
Ahora que vivo en la ciudad descubrí que puedo ir a mi trabajo pedaleando y nunca llego tarde, ya que no hay embotellamiento, protesta, piquete, paro de subtes o calle cortada que me haga perder el promedio de la media hora diaria que me lleva llegar de Almagro a Barracas. La bici que estoy usando es una de paseo, tipo inglesa, color blanco y negro.
Bicis, el libro se consigue en las librerías Yenny/El Ateneo, La Barca (Scalabrini Ortíz 3048), Los Perros Románticos (Honduras 5275), en la cadena de bicicleterías Canaglia, y en la tienda de diseño del Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano de La Plata (MACLA).