Una bella mirada selectiva


Galería Güemes. Foto
Galería Güemes. ©Claudio Larrea

Con la proliferación de la fotografía editada y estetizada -principalmente a través de Instagram-, se presenta constantemente la tentación de perfeccionar la experiencia directa: no expresar colores, luces y sombras como son, sino como quisiéramos que fueran, o como las recordamos.

Esto es especialmente necesario en la ciudad, que con su ruido, suciedad, desorden y hasta salvajismo, muchas veces no se presenta tan amable como la retratamos. Pero justamente en romantizar un poco esa realidad se encuentra el equilibrio, la fórmula para disfrutar el mundo construido y la riqueza que trae, esa -en palabras de David Byrne- “creatividad potenciada por el roce de hombros y el encuentro en la calle y en bares y en cafés”.

El amante de Buenos Aires, la muestra de Claudio Larrea que se exhibe en el Centro Cultural Recoleta hasta el 22 de febrero, tiene mucho de esta mirada selectiva.

Larrea la explica con su ausencia: pasó diez años viviendo en Barcelona, y se nota que al volver su ojo detallista se juntó con un amor condensado por la distancia. “Vivir fuera del pais ayuda a mirar todo con ojos de extranjero, posibilita tomar distancia del ensimismamiento constante que tenemos los porteños, a desacralizar un poco esto de creernos el centro del universo. Y al mismo tiempo, valorar las cosas buenas que todavía tiene esta ciudad”, cuenta a BA Inspiration.

“Lo que más atrae de Buenos Aires son su sorpresas gratas: cúpulas espectaculares, lobbies intactos de los años 1930s o 1940s con piezas de mármoles y hierros de artesanos que hoy ya no tenemos. Trato de captar y registrar un proyecto de ciudad que ya no está, pero que aún podemos cuidar”.

En la muestra predomina el concreto, la creación humana, que después de todo es lo más sobresaliente de una ciudad que da la espalda al río y que está asentada en la planicie pampeana. “El paisaje urbano es lo que me tocó como vida”, explica Larrea. “Pero aunque he vivido siempre en lugares plagados de personas, casualmente en mis fotos no hay seres humanos. Es como limpiar la escenografía que es la ciudad. Me atraen lo armoniosos que pueden ser los espacios pensados por arquitectos y urbanistas”.

El amante de Buenos Aires continúa hasta el 22 de febrero en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta (el sitio web del centro indica erróneamente que cierra el 8). El sábado 21 de febrero a las 13:00, el artista realizará un picnic de cierre con todas las personas que participaron en tomarse una foto al lado de una de sus obras. La entrada es libre y gratuita.

Links
Claudio Larrea
Centro Cultural Recoleta


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