De arte contemporáneo, naturaleza y contexto


Interior del espacio de arte contemporáneo Flora ars+natura de Bogotá. Foto
Interior del espacio Flora ars+natura de Bogotá. ©Flora

Aunque en años anteriores he aventurado recorridos aleatorios, recortes temáticos y hasta selecciones algo ingenuas y caprichosas de artistas, las últimas ediciones de arteBA me habían pasado de largo. Este año volví, aunque con una experiencia atípica: corrida de último momento durante la apertura (gracias Ana Lisa!) y una mirada ajena a través de un breve encuentro con José Roca.

Sucede que Patio Bullrich inauguró este año un Programa de adquisiciones por el cual donó una obra de arte latinoamericano a la galería británica Tate Modern (Una milla de cruces sobre el pavimento, de la chilena Lotty Rosenfeld), y el encargado de proponer alternativas para la elección fue este colombiano que es curador adjunto de arte latinoamericano Estrellita B. Brodsky en esa institución.

Durante el evento en el cual se anunció la obra donada, tuve la oportunidad de tener este breve pero rico intercambio con él:

BA Inspiration (BAI): ¿Hubo artistas jóvenes que te hayan llamado la atención en la feria de este año?
José Roca (JR): Sí, pero no porque los haya visto en arteBA. Está el trabajo de Fernanda Laguna, que me parece importante; el de Enrique Ježik, argentino que vive en México, de quien vi una pieza fantástica de carácter político muy fuerte. También me gustaron mucho los dibujos de Gabriel Acevedo Velarde, que había visto en Lima.

Obra de Melanie Smith exhibida en el espacio Flora ars+natura de Bogotá. ©Melanie Smith
Obra de Melanie Smith exhibida en Flora. ©Melanie Smith

BAI: ¿Qué te parecen las galerías más pequeñas de Barrio Joven? ¿qué te parece el trabajo de curaduría de esos espacios?
JR: Las de Barrio Joven son siempre propuestas muy potentes, es una de las cosas que más disfruto. Para las galerías jóvenes lo más difícil es cortar: no sucumbir a la tentación de poner todo lo que uno tiene o decir todo lo que uno sabe, sino frenarse y contenerse. Lo que pasa muchas veces es que les da un poco de angustia poner sólo dos cosas muy potentes, entonces cuando uno ve las obras entre tanta cosa es difícil. Pero con el tiempo eso va decantando.

BAI: ¿Hay algún tema o preocupación prominente que hayas visto en las obras acá?
JR: Es tan diverso hoy en día que no hay una tendencia dominante, creo que la gente escapa de ese tipo de cosas. A veces uno encuentra que hay preocupaciones por lo urbano, por la ciudad, pero finalmente es como cuando una señora está embarazada y comienza a ver señoras embarazadas por todas partes: depende del interés que uno tenga. Yo desde que dirijo Flora veo propuestas que tienen que ver con arte y naturaleza como si fuera una nueva tendencia, pero probablemente siempre hayan estado ahí, sólo que cuando uno tiene un interés particular comienza a verlo reflejado en lo que está mirando.

BAI: ¿Cómo describirías a Flora?
JR: No es una galería, sino un espacio independiente como fue El Basilisco aquí. Se llama Flora pero no por ello es arte y botánica, el abordaje de arte y naturaleza puede ser muy amplio: desde el trabajo político inspirado por los asesinatos extra judiciales de jóvenes marginales que hace Doris Salcedo en su proyecto Plegaria Muda, donde hay unas mesas que están aprisionando en el centro una capa de tierra y por entre las ranuras y huequitos va saliendo el césped, como diciendo que la vida prevalece a pesar de todo; hasta trabajo como el de Raúl Zurita, que en los años ’80s hace proyectos de escribir en el cielo, en el desierto y en los acantilados consignas poéticas con contenido político.

También desde el trabajo de artistas como Carlos Garaicoa, que mira en las ruinas de Honda {ciudad de la región de Tolima donde Flora realiza residencias} un signo del deterioro del proyecto político y social que no fue capaz de llenar las expectativas y cumplir las promesas que hizo {Diferentes formas de cruzar un río}. O trabajos como el de Max Gómez Canle, que revisita la cultura de paisaje del siglo XX y el siglo XIX, cuando los viajeros científicos se hacían acompañar de pintores o grabadores para documentar lo que estaban viendo {Gómez Canle cuenta la experiencia de su residencia en Flora en este artículo del sitio de arteBA}. No es un proyecto de reivindicación ecológica sino uno de miradas a la naturaleza desde distintos puntos de vista.

"Buscando el Río Magdalena", de Max Gómez Canle
“Buscando el Río Magdalena”, de Max Gómez Canle. Fotos documentales superponiendo representaciones del S. XIX sobre paisajes actuales. ©Max Gómez Canle

De todas formas nada debe ser tan rígido como para no permitir margen de maniobra, si hay algo que no entra estrictamente dentro de los parámetros de arte y naturaleza lo discutimos de todas maneras. Se trata de presentar cosas buenas, no de ilustrar un discurso.

BAI: ¿Por qué crear un espacio propio cuando ya se trabaja con diversas instituciones?
JR: Trabajé como curador institucional, y ahí entendí los límites de una institución: su paquidermia, su dificultad, su lentitud en responder. Luego trabajé como curador independiente y me di cuenta de que uno está picoteando por aquí y por allá, un proyecto en Argentina, otro en Estados Unidos, y cuando adicionas eso, lo que adicionas son líneas en tu currículum: no significaron nada para un contexto. Mientras que si alguien toma un garage y pone un espacio y lo mantiene por varios años, ahí se crea algún tipo de contexto local. Eso es lo que me interesa.

Para un recorrido más acabado de la feria, la revista digital Maleva hizo uno guiado por la galerista Florencia Giordana Braun.

arteBA 2014 se llevó a cabo del 23 al 26 de mayo en La Rural. El próximo artista en residencia de Flora ars+natura será el mexicano Eduardo Abaroa.

Links:
Flora ars+natura
José Roca
Una milla de cruces sobre el pavimento (Lotty Rosenfeld). Adquisición de Patio Bullrich para Tate


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